23 y les dijo: «¿Por qué os portáis de ese modo que yo mismo he oído
comentar a todo el pueblo?
24 No, hijos míos, los rumores que oigo no son buenos...
25 Si un hombre peca contra otro hombre, Dios será el árbitro; pero si
el hombre peca contra Yahveh ¿quién intercederá por él?» Pero ellos
no
escucharon la voz de su padre, porque Yahveh deseaba hacerles morir.
26 Cuanto al niño Samuel, iba creciendo y haciéndose grato tanto a
Yahveh como a los hombres.